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Los beneficios de caminar 30 minutos al día

Según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud el año pasado, el 25% de la población española padece de obesidad o de sobrepeso.


   Hay una primera cosa que nos debe quedar clara: nuestro cuerpo no está diseñado para la vida sedentaria, por el contrario, está programado para crear reservas de grasa para tiempos de hambruna, como las que padecían nuestros antepasados más remotos cuando no podían cazar, pero en la actualidad, a pesar de que en muchos países todavía hay un alto porcentaje de personas que padecen hambre, la realidad es que tenemos mayor acceso a los alimentos y no precisamos de horas y horas de ejercicio para poder conseguir comer algo. ¿En qué se traduce esto? Pues básicamente en una mayor acumulación de materia grasa a causa de la gran cantidad de energía que ingerimos, pero que no gastamos. Si a todo ello le sumas que somos una sociedad principalmente sedentaria, nos sale la ecuación del desastre: empezamos a sentirnos ahogados solo por subir unas escaleras, o por subir la cuesta que va desde donde guardamos nuestro coche hasta nuestra casa y eso hace que poco a poco intentes evitar ese mal trago y ese sufrimiento, por lo que todavía te mueves menos y acentúas el problema...





Y creemos que la solución es apuntarnos a un gimnasio, y lo hacemos, incluso nos compramos todo el equipo necesario para que cuando vayamos no desentonemos, y entonces vamos, quizá una semana, quizá dos... hasta que empiezan a surgir cosas que consideramos más importantes y que por lo tanto nos privan de ir al gimnasio, ¿no? "Uy, tengo que ir a comprar...", así que poco a poco dejas de ir al gimnasio porque siempre hay algo que supuestamente te lo impide. Pues bien, ya no hay excusas, la única solución no es la de ir a un gimnasio. 
Ya hace tiempo que los expertos en salud y nutrición intentan hacernos comprender que con muy pocos gestos o cambios en nuestros hábitos diarios, podemos corregir y beneficiar a nuestro cuerpo, como por ejemplo lo que os proponemos nosotros: caminar 30 minutos al día.
¡Pero atención! Es importante que entendamos que cuando decimos caminar, estamos hablando de hacerlo a un paso ligero, no el paso de voy a mirar escaparates durante 30 minutos. Tampoco es necesario que los 30 minutos diarios sean seguidos, si bien es más idóneo, ni que te tengas que vestir con ropa de deporte para hacerlo, pero de lo que se trata es que a lo largo del día hayas destinado 30 minutos a caminar. 

Y para ayudar a motivarte, a continuación te dejo un póster con los diferentes beneficios que te aportará esta práctica. 

   

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